Había una vez tres chanchitos. Bueno, bah... tres chanchitas... ¡Y no solamente una
vez! La historia se había repetido generación tras generación. Hasta que una buena
mañana las tres más jóvenes deciden empezar a contar otro relato. Uno en el que
trabajan codo a codo, para evitar que se las coma el lobo, para contar otra historia, su
propia historia que no necesariamente termina en el punto en el que comienza. No será
fácil. Se requiere de un buen plan, mucha paciencia y una voluntad inquebrantable...